Durante toda nuestra vida nos han dicho que la inteligencia consiste en usar la mente. ¿Tú lo crees así? Juzgar si este razonamiento bien o mal no es el punto en este instante, pero sí es importante entender que hay otras formas de vivir.
Durante toda nuestra vida nos han dicho que la inteligencia consiste en usar la mente. ¿Tú lo crees así? Juzgar si este razonamiento bien o mal no es el punto en este instante, pero sí es importante entender que hay otras formas de vivir.
Nuestros abuelos, padres y toda nuestra generación nos han enseñado a educar nuestra mente, pero no para escuchar nuestros latidos. Cuando le damos rienda suelta a nuestro ser espiritual, nos damos la oportunidad de fluir en el amor. Cuando solo usamos la mente, terminamos agotados física y espiritualmente al final del día.
Todos llevamos por dentro una chispa divina que nos habla cuando estamos dispuestos a escucharla; solo debemos confiar. Si estamos atentos a esta vocecita, podremos sentir la magia de esta energía de amor. Tal vez en principio no suena tan fácil, pero sí es posible.
3 herramientas para escuchar nuestra voz interior
Hay varias maneras de conectar con nuestra esencia verdadera, con nuestra intuición, con nuestra propia divinidad. ¿Cómo podemos lograrlo? Hay muchas maneras y cada quién elige su favorita. Para comenzar, aquí compartimos contigo tres herramientas sencillas:
1.Serena tu mente al comenzar el día
Respira y deja fluir los pensamientos sin conectarte a ellos. Respira antes de reaccionar y cuida tus relaciones amistosas, familiares y/o laborales. Recuerda que somos uno y que toda acción tiene una reacción.
2. Armoniza tus centros de energía
Busca información sobre los mantras y elige tu favorito para que puedas repetirlos durante el día. Existen varios mantras para cada chakra que desees equilibrar, solo infórmate y anímate a sanar.
3.Practica el Ho’oponopono
Solo necesitas cuatro frases: “Lo siento, perdón, gracias, te amo”. Esta técnica hawaiana es ideal para la resolución de conflictos internos y externos. Repítelo cuantas veces necesites o, si deseas, busca la canción “Lo siento, perdón, gracias, te amo” en internet y aprende la letra. ¡Te hará mucho bien!
Con paciencia y amor, estas prácticas te ayudarán a ejercitar nuestra intuición y a escuchar a la divinidad que habita en ti.